La se da bien prácticamente en todos los tipos de suelos, excepto los excesivamente húmedos y arcillosos; es irreemplazable en los secos, calizos, superficiales, arenosos y pedregosos, y muy útil para la siembra en laderas de suelos pobres; donde mejor vegeta, no obstante, es en los suelos frescos, profundos y arcillocalizos; requiere climas cálidos, aunque, una vez establecida, resiste las bajas temperaturas.
En regiones frías se siembra en primavera y en regiones cálidas en otoño; puede sembrarse sobre huebra o sobre el cereal recién sembrado o ya nacido; suele sembrarse semilla vestida, o sea con vaina, a razón de 120 a 150 kg. por Ha.
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