martes, 18 de octubre de 2011
POR LAS HUERTAS DE TRASMOZ Y LITAGO
El trayecto que en esta ocasión os proponemos tiene un recorrido total de unos 7,5 km. y transcurre por una ruta muy sencilla con un desnivel apenas perceptible (100m).
Saldremos de la entrada a Trasmoz, en donde observaremos un monolito de la “Ruta Bécquer”. A mano derecha, un ramal de tierra nos conducirá a nuestro destino, rodeando el pueblo durante los primeros metros de andadura.
El camino, muy fácil de seguir, nos llevará al antiguo lavadero y de allí a una bifurcación que, tomando la derecha, nos llevará por las huertas y al final a una chopera de agradable sombra.
Enseguida nos toparemos con un antiguo puente de raíles, al llegar a cauce del río y, a los pocos metros, saldremos a la carretera donde, después de dar unos pocos pasos (sin cruzarla) veremos a nuestra izquierda un camino que nos llevará al embalse de la Juncosa (donde es posible encontrarse con varias especies de aves como el cormorán; algo de lo que no pudimos disfrutar porque en ese momento varios pescadores ocupaban este espacio).
Al llegar a este punto hemos de estar atentos ya que nos encontraremos con una bifurcación con tres ramales: El de la izquierda nos llevará al embalse, el derecho será el que recorramos en el camino de vuelta, y será el del centro el que tomaremos para acabar encontrándonos en una zona de campos en su mayor parte yermos.
Desde aquí, el camino ya no tiene pérdida hasta legar a la zona de huertas de Litago, a donde entraremos marchando durante unos metros por la carretera. Al poco de entrar, a la izquierda de la última casa del pueblo veremos un camino de tierra que seguiremos para pasar cerca del cementerio y que seguiremos hasta en descenso, llegar a la carretera.
Cruzando la misma nos adentraremos en una zona de chopos que nos acompañará hasta vernos rodeados de encinas y carrascas, y siguiendo el camino entre las mismas llegaremos a la bifurcación que encontramos al llegar al embalse de la Juncosa.
Desde allí ya sólo resta hacer el camino de regreso por el mismo sitio por donde partimos.
Esta ruta tiene el aliciente de poder descubrir varias especies de aves como el pico picapinos, que nos amenizó con sus ruidos buena parte del camino.
Para finalizar apuntar que tuvimos la gran suerte de poder observar en el cielo el vuelo migratorio de las grullas, que dio un encanto añadido a este bonito paseo.
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