Hay que considerar a la digital amarilla como una planta muy venenosa, con efectos drásticos sobre el ritmo cardíaco, medicinales o tóxicos solo en función de pequeñas variaciones de la dosis administrada y de las condiciones del paciente.
Entre las acciones que posee, la más destacable es la que ejerce sobre el corazón: aumenta su contractibilidad, disminuye la excitabilidad, rebaja el ritmo y, en general, tonifica el corazón.
El problema de esta especie -y de todas las de su género- es su escaso margen terapéutico; esto significa que la diferencia entre la dosis que ejerce un efecto positivo y la que ejerce un efecto tóxico es muy pequeña, por lo que pequeñas variaciones en la cantidad pueden generar efectos secundarios muy graves. Además, la composición de esta planta es muy variable, siendo francamente difícil ajustar la dosis.
Por estas razones, el uso de productos digitálicos solo está indicado en determinadas enfermedades del corazón, y siempre con un estricto control médico.
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