Las águilas reales se emparejan para toda la vida y tienen normalmente dos o tres puntos concretos de nidificación para elegir entre ellos; estos lugares se hallan situados a distintas alturas, variando la distancia entre ellos, que a veces puede ser mínima, escasamente 20 metros. Frecuentemente utilizan estos puntos en rotación.
El nido escogido, un gran montón de ramas colocadas en saliente o cornisa de montaña, y muy raras veces en un árbol, va aumentando de tamaño al paso de los años. Lo reparan antes de la estación de cría y a menudo lo engalanan con vegetación fresca. Según van creciendo los pollos el nido se va cubriendo de un deposito de huesos, restos del alimento aportado por los adultos.
Identificación: Casi uniformemente oscuro, con matiz dorado en la cabeza; pico pesado y poderoso; alas excepcionalmente largas; hembra mayor que el macho.
Nidificación: Ambos sexos construyen o reparan nidos en noviembre o diciembre; puesta, marzo o abril, usualmente dos huevos blancos, a menudo con pardo rojizas; incubación, alrededor de 50 días, principalmente por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido tras unas 12 semanas.
Alimentación: Liebres, conejos, perdices, corderos ( raramente ) y carroña.
Hábitat: Montañas y riscos.
(El ejemplar fotografiado corresponde a un águila de primer año)
En: www.pajaricos.es
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