Estas arañas pueden presentar diversas coloraciones que
modifican a voluntad, desde el blanco hasta otros más llamativos como el
por el rojo, rosa, naranja o amarillo intenso como el caso de la fotografía
adjunta. Tarda un par de días en producirse el cambio.
El método de caza de estas arañas está íntimamente
relacionado con su coloración pues esperan pacientemente a sus presas en flores
del mismo color de su cuerpo, de forma que pasan desapercibidas hasta que se
mueven para lanzarse sobre su presa. En ese momento les inyectan un veneno que
les causa la muerte. Sus presas suelen ser abejas, avispas y moscas, entre
otros insectos que acuden a las flores. No construyen telarañas para capturar
presas.
Estas arañas reciben su nombre común no sólo por su aspecto
en el que destaca la longitud de sus dos pares de patas delanteras y la forma
de su abdomen, sino también por su capacidad de moverse de forma lateral al
igual que lo hacen los cangrejos. Presenta un abdomen de forma curiosa, debido
a dos abultamientos angulosos que aparecen hacia la mitad del mismo. También
son característicos los ojos laterales, ligeramente sobresalientes.
El género Thomisus engloba a más de cien especies distintas,
de las que sólo dos están presentes en la península: T. citrinellus y T.
onustus, que es la fotografiada en esta entrada.
En:
herramientas.educa.madrid.org
y elviepoforestal.blogspot.com.es
No hay comentarios :
Publicar un comentario