estas fotografías fueron también obtenidas en Alcalá de Moncayo, muy cerca de donde obtuvimos las del Ruiseñor Común.
Al borde del río, entre las espesas mimbreras
que lo bordean, surge de improviso un canto fuerte, que se alza sobre el rumor
de la corriente; es el canto del Ruiseñor Bastardo, única demostración de la
presencia del ave, que se mantiene oculta entre la vegetación.
Pocas veces puede observarse bien este
pajarillo, pues sus costumbres son sumamente escondidizas y es difícil que
salga al descubierto.
Permanece en general cerca del suelo, entre los arbustos
ribereños, y todo lo que puede verse de él, en ocasiones, es un ave parda, de
alas y cola redondeadas, que recuerda al ruiseñor. Por el suelo anda con
rapidez y trepa también ágilmente con aires de ratón; en ambos casos suele
llevar la cola inclinada hacia abajo.
Aunque puede escucharse casi todo el año, el
canto alcanza su máxima frecuencia en la época de celo, ya que el macho
defiende con él su territorio, que recorre arriba y abajo. En el cortejo
nupcial persigue a la hembra y luego, frente a ella, levanta la cola, verticalmente,
al tiempo que brinca.
Ave sedentaria, en los inviernos rigurosos
sufre los efectos del frío, pero a pesar de ello parece estar en expansión
desde los países mediterráneos hacia el centro de Europa.
Identificación:
Por encima, oscuro pardo rojizo uniforme;
listas superciliares y partes inferiores blancuzcas; cola redondeada, con
diez rectrices; patas rosa carne; iris pardo; sexos iguales.
Nidificación:
Nido construido por la hembra en
arbusto, con hierba y hojas secas mezcladas con pelusa de sauce, forrado con
raicillas y pelos; puesta, de abril a mayo, de 3 a 5 huevos rojo ladrillo;
incubación, sólo por la hembra, de unos 13 días; los pollos, alimentados por la
hembra, abandonan el nido tras unos 15 días.
Alimentación:
Insectos, larvas, gusanos, moluscos,
semillas.
Hábitat:
Marismas y zonas palustres.
En:
pajaritos.es
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