Silene vulgaris es una especie de
planta de flores perteneciente a la familia Caryophyllaceae.
DESCRIPCIÓN:
Planta herbácea y vivaz, que alcanza
los 10-100 cm
de altura, cuyas partes aéreas se agostan a finales del verano o con la llegada
del frío, rebrotando de cepa con la llegada de las temperaturas primaverales
más cálidas; en otras zonas de España, cerca del litoral, sus hojas son
lanceoladas, de color verde claro. las flores, hermafroditas, con los
pétalos blancos, divididos en dos lóbulos y con el cáliz amplio
característico de la especie. Pertenece a la familia de las cariofiláceas, que
entre otras especies conocidas incluye a los claveles y clavellinas (género
Dianthus), o al salvadillo (género Spergularia).
La colleja sobrevive y se expande
gracias a un denso sistema de estolones o tallos subterráneos que crece cada
año, dando lugar a colonias densas de rosetas de hojas, de las que a mediados
de la primavera emergen tallos portadores de flores con 5 pétalos blancos, parcialmente
envueltos por un cáliz en forma de saco. Las hojas basales son lanceoladas,
glaucas –de color verde azulado-, de hasta 4-5 cm de longitud, algo crasas
y de borde finamente serrado; las del tallo son más triangulares, menores, pero
de textura similar.
Los pétalos están divididos en dos lóbulos en su
parte superior, por lo que pueden dar la apariencia de ser 10, en vez de 5. A partir de cada flor se
forma un fruto en forma de cápsula, con forma de vasija, que
aloja numerosas semillas oscuras y arriñonadas; las semillas están cubiertas de
pequeños tubérculos, que facilitan su transporte por las mandíbulas de las
hormigas.
El género Silene tiene numerosos
representantes en la flora, pero la mayoría de éstas son anuales y de
llamativas flores rosadas, frecuentes durante la primavera a lo largo de las
lindes de caminos y sembrados.
HÁBITAT:
Las collejas viven en pastizales
algo embravecidos, cunetas, inmediaciones de cortijos y ermitas rurales, y en
general terrenos algo compactados y no sometidos a laboreos anuales; no es raro
verlas al pie de encinas u otros grandes árboles como olivos y chopos, donde la
presencia de plantas espinosas cercanas, como las esparragueras, ayudan a
protegerlas del diente del ganado. Tampoco faltan junto a los muros de las
huertas, e incluso en alguna calle del casco urbano. Escasean en los hábitats
más evolucionados como jarales, manchas y encinares. En general prefieren los
suelos arenosos, donde sus raíces crecen con menos impedimentos, aunque
aparecen también en los derivados de pizarras y otras rocas compactas, en las
que se encuentra como inflorescencias en cimas terminales.
DISTRIBUCIÓN:
Presente en toda Europa, Norte de África y
Centro y Oeste de Asia, hallando su óptimo en los países de clima mediterráneo;
se encuentra además, como planta invasora, en otras regiones del globo, como
ocurre en Norteamérica.
GASTRONOMÍA: La colleja es una de las plantas nutricias autóctonas por excelencia en toda la región Mediterránea, pudiendo consumirse las hojas y los tallos tiernos, incluso en crudo. Es una verdura muy fina, hasta el punto de que ni siquiera suele ser necesario eliminar el agua de cocción para consumirlas. El hervido previo es recomendable para reblandecer los tejidos de la hoja, aunque no necesario. Puede emplearse en guisos, hervida, en ensalada o incluso en tortilla, bastando sofreir previamente las hojas, con o sin cocción preliminar. Su empleo como verdura tradicional se ha ido abandonando con el tiempo, probablemente por lo laborioso de su preparación, ya que las hojas deben separarse los tallos una a una.
Es bonita esta planta...
ResponderEliminarun saludo