lunes, 22 de julio de 2013

Bisbita Alpino (Anthus spinoletta)

Distinguen al Bisbita Alpino de los otros bisbitas que crían en nuestro país, su gran tamaño, plumaje más grisáceo y patas pardo-oscuras, casi negras. En todas las estaciones deja oír un duro y típico grito, «fib», que a veces emite en una lenta serie.


Dos razas de esta especie se han aislado geográficamente, una de montaña (Bisbita Alpino) y la otra marítima (Bisbita Costero), que principalmente se distinguen por la coloración blanca o grisácea, respectivamente, de las rectrices externas.

Al borde del mar, el Costero se alimenta de pequeños crustáceos, insectos o pececillos.
El alpino, en cambio, se alimenta principalmente de insectos, que captura en las praderas de montaña y áreas desforestadas altas, que constituyen sus terrenos predilectos. Recorre esta baja vegetación caminando rápidamente. Sin embargo, muchas veces canta en época de cría desde algún árbol próximo o hilo telegráfico. Llegado el mal tiempo, realiza movimientos trashumantes que le desplazan a zonas bajas donde frecuenta puntos cercanos al agua dulce, complementando en este caso su alimentación con moluscos acuáticos.

Identificación: 

Partes superiores pardo-grisáceas; más grande y más gris que los bisbitas pratenses o arbóreos; cola con rectrices externas blancas; patas pardo oscuro; sexos iguales.

Nidificación:

 Construye nido de hierbas secas en acantilado o en tierra, en una cavidad, a menudo guarnecido por vegetación, e incluso en un talud o muro; puesta, abril-junio, de 4 a 5 huevos blanco sucio con marcas grises y pardas; incubación, sólo por la hembra, de unos 14 días; los pollos, cebados por ambos sexos, dejan el nido después de unos 16 días; normalmente dos crías.

Alimentación: 

Insectos; pequeños crustáceos y moluscos; algunas semillas, restos vegetales y pececillos.

Hábitat: 

Montañas y riscos.












En: pajaritos.es

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