Su canto es repetición de una fase clara, impidiendo con
ello la confusión con el canto del Zorzal Charlo o del Mirlo Común. Se puede
oír casi en cualquier mes del año; empieza a cantar en enero, a menos que el
tiempo sea muy crudo, y continúa hasta julio. Más tarde, en septiembre,
comienza de nuevo y en octubre y noviembre canta casi tan fuerte como en
primavera.
Los caracoles, junto con las lombrices, son la comida
favorita de este zorzal, que utiliza una y otra vez la misma piedra como yunque
para romper las conchas de aquellos.
En España anida solamente en casi toda la franja norte del
país y localmente en puntos cercanos a ella. Es un ave en exceso abundante en
los pasos de primavera y otoño, pero particularmente en el invierno, cuando se
agrupa en formidables bandos con otros zorzales, se dispersa principalmente por
las zonas olivareras del sur, en las que hacen verdaderos estragos.
Identificación:
Pardo por encima; pecho con profusión de motas en
forma de corazón invertido, acabando en blanco hacia el vientre; menor que el
Zorzal Charlo, sin blanco en las plumas de la cola; sexos iguales.
Nidificación:
Ambos sexos construyen voluminoso nido en forma de
copa con hierbas y hojas secas, revestimiento de barro, en arbusto, seto, árbol
a poca altura o en cornisa; puesta de marzo a julio, de 3 a 6 huevos, azul claro con
pintas negras, cuya incubación dura de 13 a 14 días sólo por la hembra; los pollos,
cebados por ambos padres, vuelan después de 13 a 14 días; generalmente dos
o tres crías.
Alimentación:
Caracoles, lombrices; insectos y larvas; frutos y
semillas.
Hábitat:
Sotos.
En: pajaritos.es
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