De la familia sírfidos (Syrphidae), es una de las de mayor
tamaño. Igual que los demás integrantes de la familia, la mosca de las flores
se caracteriza por el abdomen rayado de amarillo o naranja y negro, imitando el
de las avispas. No se trata pues de coloración aposemática o de advertencia de
peligrosidad, sino de mimetismo batesiano en que una especie inofensiva se
disfraza de otra peligrosa.
Se distinguen los sexos porque las hembras tienen los ojos separados, mientras que en los machos los ojos se tocan entre ellos.
La volucella zonaria tiene una longitud de entre 16 y 22 milímetros . El
rostro es amarillo y alargado al modo de los equinos. El torax es de tonalidad
castaña, mientras que la volucella inanis lo tiene negro. Es de abdomen
rechoncho, de forma ovoidal, peludo, de color amarillo, atravesado en
horizontal por dos franjas de color negro. Las alas llegan prácticamente hasta
la conclusión del abdomen.
Se extiende por el centro y sur de Europa, norte de África y
en Asia hasta el Japón.
Su gran capacidad de vuelo le permite realizar grandes movimientos migratorios. Podemos verla en estado adulto durante el verano y al igual que el resto de sírfidos se alimenta del néctar y polen de las flores (valeriana, orégano, tomillo...), por lo que resulta un excelente polinizador. La hembra deposita los huevos en los nidos de avispas ya que la larva es carnívora y se alimenta de los cadáveres de aquellas.
En: ichn.iec.cat y
en: perdidoenelamazonas.blogspot.com
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