Procedente originalmente de las montañas, el Colirrojo Tizón
descendió hace ya mucho tiempo a la llanura donde los hombres elevaban
edificios de piedra, fuertes castillos, catedrales o construcciones que le
recordaron lo suficiente sus roquedos natales.
Un trino agrio que parece salir de entre las piedras, y el
brillo de una cola rojiza que se oculta cuando alguien se acerca, es con
frecuencia todo lo que puede saberse del Colirrojo Tizón. Es un pájaro
terrestre, que brinca ágilmente entre las piedras, buscando pequeños insectos.
Guando le acecha cualquier peligro se transforma de repente en una bola
colérica, que agita la cola con nerviosas sacudidas.
El Colirrojo Tizón es muy individualista, e incluso en sus
terrenos invernales manifiesta mucha intolerancia hacia sus congéneres, a los
que aleja de sus dominios. En primavera el apareamiento está precedido de
danzas.
Sus reclamos son un corto «tsip» y un «tacc-tacc» de alarma.
El canto, un trino en staccato, que emite normalmente desde un
posadero elevado, un acantilado o un edificio. Parece que cantan para defender
su territorio, incluso cuando no se reproducen.
Identificación:
Macho en verano principalmente negro y en invierno
gris negruzco, siempre con manchas alares blancas; hembra pardo grisácea; ambos
sexos tienen obispillo y cola rojizos.
Nidificación:
La hembra construye nido de hierba, musgo y raíces en
roquedos o en grietas de edificios, a veces bajo una viga o en cajas anideras.
Pone, de abril a julio, generalmente de 4 a 6 huevos blanco brillante; la incubación
dura de 12 a
13 días y la realiza sólo la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres,
dejan el nido después de 16 a
18 días; dos crías, a menudo tres.
Alimentación:
Principalmente insectos; también arácnidos y ciempiés;
a veces bayas.
Hábitat:
Islotes rocosos, acantilados marinos, interior de
edificios viejos, paredes, etc.
En: pajaritos.es
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