(El ejemplar de esta fotografía corresponde a un macho joven)
La encendida cola pardo rojiza de esta ave le ha valido su
nombre vulgar. Junto con la frente blanca, garganta negra y dorso gris, hace
del macho uno de los más bonitos de nuestros pajarillos. La cola juega también
un papel importante en la parada nupcial; el macho se inclina, extiende el
cuello, deja caer las alas y despliega la cola para exhibir una llamarada de
rojo fuego, persiguiendo luego a la hembra de posadero en posadero. Ambos sexos
con las colas trémulas.
Estas aves crían en casi cualquier hábitat donde puedan
encontrar agujeros para hacer el nido: en bosques, parques, jardines y riberas
con viejos árboles. También lo hacen en terrenos sin árboles si encuentran
muros de piedras o canteras propicias. Son más comunes en bosques añosos,
especialmente en zonas altas, pero en época de migración, pueden aparecer en
mayor número en terrenos abiertos. En las regiones del sudeste de España se
encuentra casi exclusivamente en terrenos montañosos y es muy común durante las
migraciones de otoño y primavera, épocas en las que se le observa
frecuentemente.
Los colirrojos reales saltan repetidamente de rama en rama,
o se lanzan cerniéndose en el aire para capturar insectos voladores; suelen
recoger alimento del suelo.
Identificación:
Cola y obispillo castaño rojizo vivo; el macho se
distingue del Colirrojo Tizón macho por el pecho castaño-rojizo y frente
blanca; la hembra es más apagada y sin blanco en la frente.
Nidificación:
La hembra construye nido de hierba, forrado con pelo,
aprovechando agujeros u hoyos; puede utilizar cajas anideras; pone, de mayo a
junio, de 5 a
8 huevos azul pálido, muy raramente moteados; incubación, unos 13 días, sólo
por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido después
de unos 16 días.
Alimentación:
Principalmente insectos y sus larvas; también arácnidos y
gusanillos; algunas bayas.
Hábitat:
Bosques
En:
www.pajaricos.es
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