Una de las experiencias más bonitas que hemos tenido fue encontrarnos cara a cara con este bonito ejemplar que se quedó tan sorprendido con el encuentro como nosotros.
Después de varios días de seguir visitando sin éxito el lugar en donde descubrimos que a menudo acudían varios ejemplares a pastar; y dándonos cuneta de que si queríamos fotografiarlos de cerca deberíamos escondernos un rato antes de su normal aparición; decidimos apostarnos tras unos matorrales a ver qué pasaba.
De pronto, tras nosotros, a unos 5 metros apareció este bonito ejemplar, que se quedó asombrado ante nuestra presencia durante unos segundos, los suficientes para obtener estas malas fotografías
Perdonad que en la primera foto los ojos los tenga blancos, pero es que todavía no controlamos bien el funcionamiento de la nueva cámara.
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